Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Colombia
A propósito de las actuales relaciones entre la República Federal Alemana y la República de Colombia, la organización de la sociedad civil, Unidxs por la Paz, quiere destacar tres puntos de vital importancia, que deberían ser priorizados en tal relación. Creemos que estamos en el momento preciso para hacerlo, en el marco de este panel-discusión y la simultánea negociación intergubernamental sobre la Cooperación para el Desarrollo entre ambos gobiernos, que tiene lugar el día de hoy en Bogotá. Consideramos que tenemos la experticia para señalarlos, pues como residentes en Alemania, conocemos el valor que la sociedad alemana le otorga a los derechos humanos, la transparencia y el medio ambiente.
De la misma manera estamos comprometidxs activamente con los retos que enfrenta nuestro país para construir una sociedad en paz, con justicia social y crecimiento económico. De esta manera recalcamos que:
Primero
Los aportes de la sociedad alemana, en cooperación, generación de conocimiento y promoción empresarial, deben tener como columna vertebral el respeto de lo acordado en el Acuerdo de Paz y la promoción en su implementación, puesto que es un derecho fundamental de las víctimas del conflicto, brinda seguridad jurídica al país y da cumplimiento a los pacta sunt servanda ante la comunidad internacional. En ese sentido, rechazamos los intentos recientes de modificar la Justicia Especial para la Paz.
Segundo
En las zonas de posconflicto el asesinato continuo de líderes y lideresas sociales no cesa. A
octubre de este año contamos el doloroso asesinato de 385 de ellxs desde 2016. Las medidas tomadas por el Gobierno colombiano se muestran ineficaces e insuficientes para proteger la vida de estas personas y desmontar el paramilitarismo. Esto amenaza directamente la paz y con ello las bases de desarrollo humano, social y económico de nuestro país.
Tercero
El desigual acceso a las tierras es una de las principales causas del conflicto armado y por tanto, la Reforma Rural Integral que contempla la incorporación productiva del campesinado, es el punto uno del Acuerdo de Paz. Lamentamos la ausencia de asociaciones campesinas o cooperativas en este panel-discusión sobre desarrollo económico en los espacios rurales. Si el interés de Alemania está enfocado en el desarrollo de verdaderos modelos de negocios ecológicos, sus acciones deberían promover la transición
de la economía basada en la simple extracción de materias primas y de monocultivos y apoyar decididamente proyectos económicos verdes, sostenibles y diversificados, basados en el valor añadido del trabajo y la innovación.
Estamos convencidos de que hay un punto de convergencia justo entre los intereses de nuestro país y los de Alemania. Y este se encuentra bajo el respeto imperativo por los derechos humanos, del medio ambiente y el proceso de paz en su totalidad.
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